Capitalismo que enceguece

El capitalismo como método de vida está tan inserto en nuestra sociedad que parece que éste método fuera la única posibilidad valida para sobrevivir. Esto sucede, al parecer, porque en diversas naciones, esto ha logrado generar un alto desarrollo, enriqueciendo a unos pocos, manteniendo con una vida sometida a muchos, y en la pobreza a otros pocos cuya magnitud varía de país a país.

Con el concepto de “vida sometida”, me refiero a aquella condición de vida en la que difícilmente se puede morir de hambre o de frio, pero que, para asegurar eso, es requisito dejar de lado todo lujo, y acostumbrarse a un trabajo altamente demandante en tiempo y que pocas veces entrega satisfacción personal, vocacional, social o algo mas que unas pocas lucas para salvar a fin de mes. Estilo de vida al que, creo, ningún capitalista aspira. Suena irónico no. El capitalismo que defiende un capitalista requiere que una porción mayoritaria de la población viva una “vida sometida” sin embargo el capitalista no la quiere para él. Ya encontramos una primera deformación en el método.

Resulta aun mas irónico, cuando una persona pertenece a esa gran mayoría sometida, y aun así defiende al capitalismo. Es como dispararse en un pie. No sence! (no tiene sentido!).

Sin duda, el desarrollo que genera el capitalismo hace brillar los ojos de muchos, con promesas de grandes propiedades (no solo referido a propiedades inmobiliarias por su puesto, si no a toda pertenencia material) e incluso de poder. Pero a que es lo que aspiran realmente estos capitalistas?, mi impresión, es que no aspiran a que todos y cada uno de nosotros alcancemos ese paraíso prometido por el capitalismo, si no mas bien, que ellos lleguen a alcanzar ese paraíso y desde arriba poder mirar a toda la tropa de desafortunados. Esto muestra un poco la esencia del capitalismo, es decir “lo quiero para mi, pero no para todos”. Ese tipo de actitud tiene muchos nombres, todos quedan fuera de cualquier tipo de moral.

Así, entiendo yo, que todo capitalista esta dispuesto a lograr un desarrollo personal dentro de un modelo, sin importar que para esto, se requiera del sacrificio de muchos otros.

Por otra parte, y dejando un poco de lado estas primeras falencias claras del sistema, es interesante hacer un análisis del concepto mismo del capitalismo.

Tal como lo deja claro su nombre, el capitalismo pone en el centro de su existencia al capital. Parece una reflexión estúpida, pero vale detenerse a analizarlo.

Como modelo de vida (ya que no solo se puede definir como un modelo económico, si no también político y social), podemos decir entonces que lo más importante para un capitalista es el capital. Ya suena un poco extraño que alguien ponga como el centro de su vida al capital, existiendo tantas cosas por las cuales se puede direccionar una vida. La familia, la naturaleza, el conocimiento, la calidad de vida, entre otros. Es decir, utilizar el capital como una herramienta para alcanzar un objetivo como los mencionados anteriormente me parece mas que valido, pero utilizar el capital para obtener mas capital, como fin ultimo, me parece una aberración.

Así el capitalismo ha ganado terreno, prometiéndole a cada individuo que, si es capaz de abstraerse de los pesares del resto, aserruchar un par de pisos, alinearse con las minorías adineradas, y mover bien esos contactos es posible tomar un pequeño trozo de paraíso.

Es preciso señalar también que esta promesa de paraíso es solo para algunos de los que llevan esta “vida sometida”, ya que una buena porción definitivamente no tiene ni una posibilidad de salir de allí en el mediano plazo, hay quienes requieren de 2 o incluso 3 generaciones para alcanzar condiciones mínimas que le permitan disfrutar recién de esta posibilidad.

Que diferente serian las cosas si el capitalismo se redujera únicamente a un sistema económico, una herramienta para alcanzar nuestro fin ultimo, para alcanzar lo que nosotros pongamos como centro en nuestra vida.

Que diferente serian las cosas si nuestro estilo de vida fuera “ambientalista”, o “meritocrata”, o “socialista” (no por el concepto político, si no como concepto del desarrollo social como fin ultimo), o “animalista”, o “ecologista”, o cuanta cosa mas que puede ponerse como centro de nuestras vidas, como objetivos, que no sea el capital.

Pero es el mismo capitalismo el que nos ha llevado a menospreciar cualquier objetivo que no sea el capital mismo.

Se menosprecia cuando una persona o grupo de personas decide llevar una vida más austera, en términos materiales, y decide vivir cerca de la naturaleza, cultivando la tierra, venerando a la tierra, cuando la verdadera riqueza que se puede encontrar en esas circunstancias es invaluable en términos monetarios, o de capital.

Se menosprecia a quien sacrifica un buen sueldo por ejercer en una actividad que represente serios beneficios sociales, como educar a nuevas generaciones, llevar conocimiento y recursos de todo tipo a lugares aislados o menos acomodados, a quien entrega herramientas para cultivar el alma y la mente y no solo para llenarse los bolsillos.

Cada quien es libre de poner en el centro de su vida lo que mejor le parezca, lo que no es tolerable es que para alcanzar tu meta, sea requisito someter a algún otro.