Es cierto que la propuesta del
gobierno es un avance en las negociaciones por la educación, pero no bajar los
brazos, porque es solo eso, un avance, no el final de este asunto.
Y hay que tener cuidado, porque
se vislumbra en alguna medida, y para quienes quieran verlo así, la estrategia
del gobierno de turno. Han hecho una propuesta bastante “inteligente” (no
confundir “inteligente” con “buena”) porque tiene algunos matices que a más de
alguno harán pensar que el problema con esto, se soluciona.
Entiéndase que la propuesta, o lo
que el gobierno por lo menos destaca, propone excluir a la banca de los créditos
a los cuales acceden quienes quieren estudiar. Si bien esto, como menciono
antes, es un avance, ya que el modelo lo que hacía era llenar las arcas de los
banqueros mediante tasas de interés desproporcionadas sobre aranceles
terroristas y hoy lo que se propone es que esos excedentes, con menores
intereses pero con los mismos aranceles, vayan a parar al estado. Bien.
Pero que sea claro, que aun queda
muchísimo que hacer. Tal como se ha mencionado en muchas oportunidades y a través
de variados interlocutores, esto comenzó como una demanda por educación, pero hoy
se trata de mejorar la democracia y la sociedad en su totalidad. Pero no
abordaré aquí todo el amplio alcance de las actuales demandas, pero si expongo
el hecho.
Por tanto, solucionar el tema de
la educación, no es simplemente cambiar al actor que “presta la plata”, por que
siempre ha sido una de las demandas, el NO endeudar a la gente, y en ese
aspecto, esta propuesta no se hace cargo.
Claro, las universidades siguen
cobrando aranceles absolutamente irrisorios, respecto del servicio que prestan.
Las carreras siguen teniendo duraciones que no se condicen con lo que uno
aprende. Mayas curriculares que no responden a las necesidades actuales del país,
un tema no menor. Y finalmente porque muchos hoy nos sentimos insultados cuando
entendemos que los dueños de los bancos, de las universidades, delas AFP, de
las isapres y quienes hoy gobiernan, tienen el mismo apellido.
Hoy el gobierno sede. Pero, desde
mi punto de vista, sede con sus bancos para retener los réditos en otras áreas de
interés.
Por eso el llamado es a no
confundirse, a no bajar los brazo, porque este es un buen puño en la costilla,
pero el round no ha terminado y mucho menos la pelea.
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